“Este año sí que sí…”
¿A quién no le suena esto?
Cuando llega el mes de diciembre y el año va tocando su fin, a todos nos entran unas irrefrenables ganas de encauzar lo que creemos que en el año que finaliza no hemos hecho del todo bien; y aunque esos deseos son de toda índole y condición (aprender idiomas, pasar más tiempo con los nuestros, leer…) lo cierto y verdad es que la estrella de tan loables arrepentimientos suele ser la vida sana y la salud.
No creo que haya un solo españolito de a pie que no se proponga, llegando esta época del turrón, eso de hacer más deporte, comer mejor o dejar atrás los pequeños malos hábitos; y de esto las farmacias saben un rato. Estas buenas intenciones que nos trae el novato mes de enero deben ser aprovechadas al máximo en la farmacia en un doble sentido.
El más obvio que se le viene a la cabeza a cualquier titular o gestor es, por razones evidentes, las ideas sobre el marketing o las campañas que pueden presentarse para la venta en estas fechas. De una forma igual de masiva que efímera, nuestros pacientes nos pedirán productos como los que ayudan a dejar de fumar, a quemar la grasa de forma milagrosa o a complementar la alimentación para realizar deporte cual olímpico campeón, y hay que estar aprovisionados para tan fugaz demanda.
La otra parte que debería ser aprovechada de este bienintencionado mes, y de la que en FARMATALENT hemos querido hablar en este artículo, es de las buenas intenciones que el farmacéutico, como empresario, debe plantearse y sobre todo trasmitirle a su plantilla para este nuevo año que el calendario nos regala.
Esas buenas intenciones que todo el mundo a título personal renueva en estas fechas, pueden y deben ser bien utilizadas para la gestión de la motivación de los empleados.
Entre las múltiples ideas que pueden conformar esta lista, las hay más sencillas o más complejas dependiendo de la capacidad de actuación del empresario y de la implicación del equipo: puede hablarse de renovación de horarios, flexibilidades en la adaptación de estos, pequeños beneficios para los empleados o nuevas políticas de incentivos… por ejemplo.
Esta nueva lista puede ser hábilmente completada en una breve reunión con la plantilla de la farmacia.
Esta puesta en común conseguirá un doble propósito demostrablemente eficaz: por un lado aumentará el número de ideas que podamos añadir a esa lista (la famosa brainstorming o tormenta de ideas es mucho más eficaz de lo que a priori se pudiera pensar) y, por otro, el hecho de implicar físicamente a los empleados en esta reunión y puesta en común logrará una mayor consecución de los objetivos propuestos, ya que sentirá el equipo una mayor corresponsabilidad en su cumplimiento.
Cuando alguien escucha (en este caso el jefe a sus empleados) hace la doble labor de aprender del emisor y de invertir en él, y esa inversión acaba dando rendimientos de vuelta.
Si alguien duda de la eficacia de la técnica del “pregunting-escuching”; no hay más que pensar en uno mismo: ¿A quién no le gusta que le pregunten sobre algo de lo que es parte y pueda opinar en alto?
Pues eso… Que a los empleados también les gusta opinar sobre la farmacia puesto que la sienten como su segunda casa y, si aún esto no es así, es lo que todo buen gestor debe lograr.
En resumidas cuentas, lo que en este artículo proponemos en FARMATALENT es pensar en las posibilidades empresariales que tiene esta nueva ilusión que a todos nos invade con la llegada de los meses blancos.
Una empresa está compuesta por personas y las personas somos en gran parte emociones: la acertada gestión de estas emociones puede ser altamente satisfactoria para todos. Aprovechémoslo.
Aunque el temido 7 de enero está a la vuelta de la esquina, disfrutemos hasta entonces de los pequeños y prohibidos placeres que dulcemente nos tientan estos días.
Nuestros queridos farmacéuticos estarán encantados de ayudarnos a la vuelta de tan boyantes semanas.
Feliz Navidad a todos y felices nuevas intenciones.
